Identidad de Kaya: definición, retos y soluciones para el clima
Producto Interior Bruto (PIB), población y consumo global de energía: ¿qué relación tienen con las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2)? Esto es lo que explica la identidad de Kaya, la expresión matemática que plantea posibles soluciones para reducir el calentamiento global.
¿Qué es la identidad de Kaya?
Desarrollada por el economista japonés Yoichi Kaya en 1993 en su libro Environment, Energy, and Economy: strategies for sustainability (Medio ambiente, energía y economía: estrategias para la sostenibilidad), la expresión matemática del mismo nombre se define como el producto de los siguientes ratios:
- CO2 = Población x [PIB / Población] x [Energía / PIB] x [CO2 / Energía]
En otras palabras: emisiones globales de CO2 de fuentes humanas = población global x nivel de vida x intensidad energética x intensidad de carbono del mix energético.
La identidad de Kaya vincula los cuatro factores siguientes:
- Emisiones globales de dióxido de carbono, en CO2;
- Consumo global de energía primaria, en TEP (Tonelada Equivalente de Petróleo);
- PIB, en dólares ($);
- Población mundial, en miles de millones.
Al dinamizar las relaciones entre los diferentes componentes de un ecosistema, esta expresión matemática permite visualizar un enfoque global de las emisiones de CO2 relacionadas con las actividades humanas y lograr así la ruptura de la trayectoria de las emisiones de CO2 para el año 2050.
Hay que tener en cuenta cada uno de los factores para alcanzar el objetivo global de reducción de las emisiones de dióxido de carbono.
La identidad de Kaya y el clima
Para limitar el aumento del nivel medio de la temperatura de la superficie de la Tierra y evitar un calentamiento global de más de 1,5°C en comparación con los niveles preindustriales de aquí a 2050, parece necesario dividir las emisiones de CO2 por 3 de aquí a 2050 a escala mundial.
Limitar el calentamiento global
Es imperativo actuar rápida y radicalmente en todos los ámbitos para limitar los impactos del cambio climático en nuestro entorno.
- Población: salvo choques demográficos (guerras, pandemias, etc.), se prevé que la población de la Tierra alcance los 8.500 millones de personas en 2050, según las Naciones Unidas.
- Nivel de vida: se calcula dividiendo el PIB global por la población mundial. Previendo un crecimiento mínimo del 2,2% anual de la producción económica y, al mismo tiempo, de la población mundial y un contenido de carbono constante. El resultado será un aumento de las emisiones de CO2, no una disminución.
Esta expresión matemática, por lo tanto, nos lleva a replantearnos toda la política económica actual.
Dividir las emisiones de CO2 por 3
Para dividir por tres las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en 2050, teniendo en cuenta el aumento de la población y del nivel de vida, habría que dividir por 10 los ratios Energía/PIB y CO2/Energía, lo que también equivale a dividir por 3 cada uno de los ratios.
- Energía/PIB: representa la intensidad energética, es decir, la cantidad de energía utilizada (en kWh) necesaria para crear una unidad monetaria, es decir, para fabricar un producto o servicio. Esto pretende animarnos a racionalizar nuestro uso de la energía.
- CO2/energía: es la intensidad de carbono del mix energético global. Esta relación exige una reducción de las emisiones de CO2 en la producción de energía, en particular mediante el fomento de las energías bajas en carbono, como es el caso de las energías renovables.
- La identidad de Kaya define dos objetivos a nivel global:
- Una ganancia en la eficiencia de carbono de nuestra producción de energía;
- Un aumento de la eficiencia energética de nuestra producción.
Así, una división por tres de cada uno de estos ratios implica una decisión global muy rápida a favor de la eficiencia energética y la descarbonización del mix energético. La solución obvia a este cálculo es, por lo tanto, avanzar hacia las emisiones cero de CO2 lo antes posible.
La identidad de Kaya y el desarrollo sostenible
Esta expresión matemática enlaza con la noción de desarrollo sostenible al ilustrar la urgencia de tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera.
La contribución al desarrollo sostenible incluye, obviamente, la concienciación mediante el cálculo de la huella de carbono. Este cálculo permite averiguar qué es lo que, en nuestros hábitos de consumo, tiene un impacto negativo en el medio ambiente y limitarlo.
Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) requiere un compromiso colectivo y avanzar hacia una sociedad más respetuosa con el medio ambiente, conciliando al mismo tiempo crecimiento económico y desarrollo sostenible.
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