Huella de carbono del coche: reducir las emisiones de CO2
La acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera es una de las principales causas del calentamiento global. Sin embargo, el transporte, y principalmente el coche, es la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero en España. Por ello, es importante conocer la huella de carbono de su vehículo para reducir su impacto en el medio ambiente.
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Calcular la huella de carbono de un coche
La huella de carbono es un indicador que mide la cantidad de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera debido a una actividad. En 2018, la huella de carbono en España de una persona a lo largo del año fue de una media de 7,15 toneladas de CO2 equivalente, de las cuales 1,27 toneladas de CO2 equivalente estaban vinculadas al transporte, o sea el 18%.
El coche es uno de los medios de transporte más populares en España. Según el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), en 2021 solamente el vehículo turismo representa aproximadamente el 15% de toda la energía final consumida en España. En los últimos años se ha producido un fuerte incremento del transporte motorizado en España, incluido el coche. De hecho, el estilo de vida de los españoles ha cambiado mucho, lo que les empuja a desplazarse más a menudo.
Si tomamos el ejemplo de la expansión urbana, muchas personas se alejan de su lugar de trabajo para vivir en viviendas más baratas. Además de las mayores distancias de desplazamiento, la dependencia del coche se ha desarrollado debido a la mala accesibilidad de algunos hogares. Todos estos viajes requieren la quema de combustible y, por tanto, producen gases de efecto invernadero, que desempeñan un papel importante en el aumento del cambio climático y la contaminación atmosférica.
En general, cuanto más ligero sea un coche, menos energía necesitará para funcionar. El tipo de energía utilizada para el funcionamiento del vehículo también es una consideración importante.
Sin embargo, calcular la huella de carbono de un coche no es tan sencillo y no sólo se reduce al litro de gasolina consumido. En realidad hay que tener en cuenta:
- Emisiones relacionadas con la producción previa del combustible del coche;
- Emisiones relacionadas con la combustión del combustible cuando es necesario;
- Emisiones relacionadas con los materiales utilizados en la fabricación del vehículo.
Por tanto, independientemente del tipo de modelo, la huella de carbono de un coche nunca es cero, ni siquiera en el caso de un coche eléctrico.
El impacto del carbono del coche en el mundo
Dependiendo de la tasa de ocupación media de un país y de su mix eléctrico, un coche de gasolina, diésel, eléctrico o híbrido no tendrá el mismo impacto de CO2:
- La tasa de ocupación media de un país se corresponde con el número de pasajeros: los países que más contaminan a través de los coches de gasolina suelen ser aquellos cuyos habitantes se desplazan solos en coche;
- El mix energético del país: las emisiones de la electricidad utilizada para el coche es el factor que difiere entre cada país, ya que varía enormemente de un país a otro. De media, el porcentaje de emisiones relacionadas con el consumo de electricidad de un coche eléctrico es del 16% del total de emisiones, frente al 19% de un coche híbrido.
Si tomamos el ejemplo de Alemania, no es relevante cambiar a un modelo híbrido porque este tipo de vehículo contamina más de media que un vehículo de gasolina.
CO2 eq/pasajero/km | Francia | Bélgica | Alemania | España | Australia |
---|---|---|---|---|---|
Gasolina | 293 | 305 | 357 | 424 | 293 |
Híbrido | 190 | 255 | 412 | 367 | 485 |
Eléctrico | 112 | 156 | 260 | 224 | 314 |
Cálculo realizado por Selectra en base a:
- Diferencias en las emisiones de los motores de combustión interna evaluadas por un estudio del ECF ;
- El número medio de pasajeros por vehículo en cada país, basado en el estudio del CE Delft.
En el caso de los vehículos eléctricos e híbridos, se ha tenido en cuenta la cuota de electricidad del vehículo con el factor de emisión de electricidad del país en cuestión.
Distinguir el tipo de coche: ¿térmico, eléctrico o híbrido?
La huella de carbono de un coche es, por tanto, muy elevada. Sin embargo, varía según el tipo de coche. De hecho, los coches térmicos, eléctricos o híbridos no tienen todos el mismo impacto en el carbono.
Huella de carbono de un coche de combustión: ¿GPL, gasolina o diésel?
Los principales coches térmicos en España funcionan con gasolina, diésel, gas licuado de petróleo (GLP) o bioetanol (E85). Su impacto en la atmósfera se debe principalmente a la producción previa de energía fósil y a la combustión del combustible cuando se utiliza el vehículo.
- Los coches de gasolina tienen una huella de carbono relativamente alta. Esto se debe al alto nivel de CO2 que se libera cuando se quema la gasolina.
- Los coches diésel consumen menos combustible y, por tanto, emiten menos gases de efecto invernadero. Esto significa que su huella de carbono es menor. Sin embargo, son muy criticados por el elevado número de partículas finas que emiten, que causan mucha contaminación y son muy malas para la salud.
- Los coches de GLP consumen hasta un 30% más de combustible que los de gasolina, y producen casi tanto CO2 como los de gasóleo, pero muy pocas partículas finas. Su desventaja es que emiten mucho monóxido de carbono (CO), un gas muy tóxico.
- Los vehículos de E85 emiten relativamente poco CO2 a la atmósfera. Esto se debe a que el bioetanol (E85) es un biocombustible de origen vegetal. Así, el CO2 emitido durante su combustión se captura en gran medida durante el crecimiento de la planta. Este biocombustible, además de compensar sus emisiones de CO2, es más barato que la gasolina o el gasóleo. Sin embargo, no está muy desarrollado en España debido a su limitada red de distribución y al escaso número de vehículos compatibles en el mercado español.
La huella de carbono del coche eléctrico
La mayoría del CO2 emitido por un coche eléctrico durante su ciclo vital procede del proceso de producción, cuando ni siquiera ha recorrido ni un solo kilómetro. Esto se debe a la batería de iones de litio que es responsable de casi la mitad del CO2 emitido durante su fabricación.
Sin embargo, el coche eléctrico contamina considerablemente menos que cualquier otro tipo de vehículo a lo largo de su vida, siempre y cuando no haya que cambiar la batería.
La huella de carbono del coche híbrido
Los coches híbridos son vehículos que utilizan dos fuentes de energía diferentes para desplazarse. Combinan un motor eléctrico y un motor de combustión (diésel o gasolina): el motor eléctrico arranca el coche y lo hace funcionar hasta alcanzar una determinada velocidad, entonces el motor de combustión toma el relevo.
Combinando un motor eléctrico y un motor de combustión, se adaptan al uso del vehículo y evitan así el consumo excesivo de combustible. Por lo tanto, tienen la ventaja de aprovechar la red de distribución de combustible de vez en cuando, al tiempo que emiten menos CO2.
Para responder a algunas de las preocupaciones sobre la falta de autonomía de los coches híbridos, se han lanzado al mercado los coches híbridos enchufables. Tienen baterías de mayor capacidad que pueden funcionar con el motor eléctrico durante más kilómetros y a mayor velocidad. Tienen la ventaja de recargarse mientras se conduce, aunque esto consume más combustible.
El coche híbrido es, por tanto, un medio de transición hacia coches más sostenibles e independientes de los combustibles fósiles.
Viajar de forma sostenible
Desplazarse de forma responsable significa elegir el modo de transporte que mejor se adapte a sus necesidades de entre la gama de opciones de movilidad (a pie, en bicicleta, en transporte público, en tren, en coche compartido, etc.).
Un coche más ecológico
Si no podemos prescindir de un coche, es importante elegir el vehículo adecuado al comprarlo, optimizar su uso y mantenerlo regularmente. Estas acciones son fundamentales para limitar el impacto de las emisiones de carbono de tu coche en el medio ambiente.
- Elegir el vehículo adecuado en el momento de la compra: la cantidad de CO2 producida por un coche es proporcional a su consumo de energía. Por eso también es importante pensar en tus necesidades antes de comprar un vehículo y, si es posible, elegir uno que consuma poco.
- Cuidar su vehículo y hacerle un mantenimiento regular: cada vehículo se vende con un folleto de mantenimiento en el que se detallan las instrucciones correctas a seguir para mantener su vehículo adecuadamente. Un coche mal mantenido puede suponer un aumento del 10% en el consumo de combustible. Así, el mantenimiento de su vehículo puede reducir considerablemente su consumo de energía y ahorrar combustible.
Alternativas sostenibles
Aunque el coche es el medio de transporte preferido por los españoles, hay muchos otros medios de transporte más ecológicos:
- Caminar, usar bicicletas mecánicas o bicicletas eléctricas: medios de transporte perfectos para desplazamientos cortos y que permiten realizar una actividad física regular. Además, el uso de una bicicleta en lugar de un coche reduce considerablemente la huella de carbono.
- Usar el transporte público: una solución menos contaminante que el coche, sobre todo para los desplazamientos de casa al trabajo.
- Coger el tren: además de tener una menor huella de carbono que el avión o el coche, y por tanto ser eficiente energéticamente, este medio de transporte limita la contaminación atmosférica.
Sin embargo, si todavía tiene que hacer un viaje en coche, es posible hacerlo contaminando menos:
- Conducción ecológica: conducir a velocidad moderada durante los primeros cinco kilómetros o no abusar del aire acondicionado son formas de reducir el consumo de combustible, lo que también supone un ahorro de dinero.
- Compartir el coche: compartir el coche no sólo significa ahorrar combustible, sino también reducir el riesgo de atascos y el impacto sobre el planeta.
5 consejos para reducir las emisiones de CO2 de tu coche
El uso del coche es una fuente importante de contaminación. No obstante, es posible reducir las emisiones de CO2 adoptando la conducción ecológica. A continuación, algunas reglas sencillas para luchar contra el calentamiento global y ahorrar dinero.
- No conduzcas demasiado rápido: 10 km/h menos reducirán las emisiones de CO2 en un 12,5% en 500 km;
- Mantener bien tu coche: un vehículo eficiente consume menos combustible, comprueba la presión de los neumáticos y cambia el aceite del motor;
- Utiliza el control de velocidad: te permite conducir de forma más uniforme;
- Limita el uso del aire acondicionado o la calefacción: estas funciones consumen mucha energía;
- Apaga el motor en cuanto se detenga: si está parado más de 30 segundos, es aconsejable apagar el motor.
Los coches ecológicos del futuro
El hidrógeno y el desarrollo de los vehículos eléctricos
Un coche impulsado por hidrógeno es un vehículo con un motor eléctrico, alimentado a su vez por la electricidad producida a bordo por una pila de combustible de hidrógeno. En la pila, el hidrógeno se pone en contacto con el oxígeno del aire para producir agua. Esta reacción química produce calor y electricidad, lo que permite al coche avanzar. El coche de hidrógeno tiene la ventaja de no hacer ningún ruido y no producir ninguna emisión contaminante o tóxica.
Tiene una autonomía de varios cientos de kilómetros y el tiempo para llenar su depósito es de sólo unos minutos. Sin embargo, la producción de hidrógeno requiere un importante consumo de energía y las estaciones de servicio con hidrógeno son muy específicas. Por eso, en un principio, esta solución podría ser más pertinente para los camiones o autobuses, que realizan muchos trayectos y podrían repostar en estaciones de servicio específicas, que para los coches particulares.
El hidrógeno está todavía en fase de experimentación. Las tecnologías asociadas al hidrógeno son todavía muy caras y, por tanto, poco accesibles. Sin embargo, dentro de unos años, el hidrógeno podría utilizarse como combustible para los vehículos eléctricos equipados con pilas de combustible.
Biocombustibles cada vez más ecológicos
Destinados a sustituir al petróleo en los vehículos, los biocombustibles avanzados, conocidos como de "segunda generación" (2G), son nuevos combustibles obtenidos a partir de la biomasa. De origen vegetal o animal, utilizan, por ejemplo, residuos agrícolas, forestales u orgánicos. De hecho, el CO2 emitido durante la combustión de un biocombustible es compensado previamente por las plantas durante su crecimiento. Así, compensan las emisiones de gases de efecto invernadero, a diferencia de los combustibles de origen fósil, y mejoran la calidad del aire.
Coches eléctricos inteligentes
Al limitar la contaminación en las ciudades, los vehículos eléctricos inteligentes se asocian a la movilidad del futuro. Autónomos y conectados, se adaptan a nuestro estilo de vida al tiempo que satisfacen las nuevas necesidades medioambientales.
Sin embargo, para que sean una alternativa sostenible, hay que tener en cuenta el mix energético del país. De hecho, los coches eléctricos sólo son una solución cuando la electricidad del país no se produce principalmente con combustibles fósiles como el carbón.
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